lunes, 3 de mayo de 2010

¡Como Si Estuviera Jalándomela!

No importa cuánto se esfuerce uno en lo que sea que haga, hay para quienes nunca es suficiente por más que te vean romperte la madre.

Y subrayo el hecho porque de la molestia siempre paso al agüite por situaciones que a mi entender resultan desiguales.

Ya sé que estoy sonando a un Gutierritos cualquiera de oficina de gobierno, pero si hay algo que me enchila es verme los zapatos enlodados después de una jornada agotadora cuando el que tengo a lado ni siquiera se ha puesto las chanclas para levantarse.

Claro que también necesito el trabajo y que utilizo de escudo el viejo adagio de hacer lo que me corresponde sin ver las pendejadas que haga el de a lado, pero cuando ansina me ponen como chancla -sanción incluida- si me dan ganas de mentar madres hasta que se cimbre la tierra.

Y sí, si hay algo que me arde es que quien sea se atreva a cuestionar mi esfuerzo y llegue a tildarme de huevón, de “poco productivo”. Eso es algo que nomás si me pone como diputado alegando por su bono navideño.

En todos los años que llevo reporteando puedo jactarme de nunca haber aventado una obligación por la borda y sin embargo no es la primera vez en que resulto cagoteado y con un día de descuento por algo que a todas luces me resulta injusto.

Qué fácil resultaría tener mi eventito para sacar dos notas del día y una para la semana. Que a gusto sería revolcar un boletín, reportear por teléfono lucir mis piecitos bien pedicureados usando tacones, por ejemplo.

Claro que estoy hecho a la idea de que no siempre tendré crédito por enviar mi material mejor hecho y a buena hora si algunas veces van alguien va a terminar publicando el “trabajo” de otra persona.

Lo que sí me tomo como ofensa es que me digan “te lo encargo mucho”, como si no supiera que es mi obligación y que cada que salgo a la calle a jugarme el pellejo entre violadores, secuestradores, asesinos y cadáveres siempre voy pensando en sacar la mejor foto y la mejor información. También me molesta que me pidan que le meta velocidad a algo si sé perfectamente que la rapidez es el sello de un diario, chale, como me cae gordo, ¡como si estuviera jalándomela!

Parece que pocos se acuerdan que fulanos que hacen lo que yo también nos da hambre, sueño y tenemos vida familiar y social, que las desveladas driblando al Semefo nunca son sencillas, que a uno llega a afectarle estar en contacto constante con el sufrimiento ajeno.

Por eso me enchila de sobremanera que el menor titubeo signifique que parezca que no hice nada y vengan los recordatorios de que hay diez que matarían por tener mi lugar.

Pero fui un perro que se apellidó García y no un magnate con sufijo Slim, así que me como la caca a puños y acato los cagues que con esta vara todos mereceríamos. Pero no, hasta para eso hay que tener estrella.

No hay comentarios:

Publicar un comentario