lunes, 23 de agosto de 2010

El Regreso A Clases


O de cómo mi legado se está consumando.
Mi carnalazo Polvorón regresó hoy a la escuela, a su primer día en la Secundaria. ¡Chale! la que le espera.
Las últimas semanas de infancia. Dentro de muy poco va a dejar de llorar con sentimiento, abandonará los juguetes para asirse a otros. Una cabroncita le va a romper su corazón o le van a llamar la atención cervezas y cigarros. O todas y más.
Aunque su propósito en la vida, de momento, sea convertirse en la futura estrella del futbol mundial o ser un terrorista, lo cierto es que mi compita va que vuela para dejar de aprender y comience a enseñar. Por eso este domingo casi chillo de la emoción cuando me encontré con su primer pincelazo de personalidad.


jueves, 12 de agosto de 2010

12 De Agosto

16 años después...

miércoles, 11 de agosto de 2010

Pena Ajena IV: ¡No Me Ayudes Compadre!

Qué chafada. Hoy amanecí siendo la nota.

Cada que voy a trabajar a un lugar donde se encuentra un cadáver, procuro tener cuidado de no meterme en honduras, pero nunca falta quien trata de tender una mano y nomás termina cagándola más feo.

policias municipales trataron de despojar del equipo fotografico a los periodistas ya que indicaron eran instrucciones del agente del ministerio publico que asegura "esta prohibido tomar fotografias en la via publica"

Siendo yo el “periodista” que apareció en la portada de un pasquín de circulación local que tienen que regalar para mantenerse de la chichi de papi-gobierno, extiendo mi réplica aclarando que los agentes municipales JAMÁS intentaron despojarme de mi equipo fotográfico y NUNCAMENTE mencionaron que estaba prohibido tomar fotografías, como titula la gráfica del diario tras el hallazgo de un cuerpo descuartizado en una laguna.

La ecuación es sencilla: si el cordón policial está a un metro del cadáver, mi cámara está detrás de él; si la valla está a 10, 20, 50 o 300 metros, no la hago de pedo y coloco mi lente donde la autoridad lo marque.

El resultado de esta operación es sencillo: de lo contrario puedo incurrir en un delito.

Tanto triste como con el hígado hecho muégano, me lastima saber que el fotógrafo que hizo la foto no me hizo ningún comentario antes de ingresar su foto a la agencia que la vendió.

Más me agüita que el director general de la agencia, quien dicho de paso no sólo es uno de los fotógrafos que más admiro sino que además me precio de ser su cuaderno de doble raya, tampoco me haya hecho un comentario previo a la publicación cuando se supone que soy el principal afectado en este pedo.

Por si fuera poco la imagen no sugiere nada. Los policletos me estaban pidiendo que me hiciera para atrás, y ya.

Para acabarla de arruinar, le llamo a mi amigo para decirle con toda cordialidad que no me parece correcto su enfoque periodístico ¡y me manda a la chingada!

Como si no supiéramos que es parte de nuestra chamba como reporteros que nos cueste trabajo conseguir la mejor foto y el de los polis pedirnos de favor que nos hagamos pa atrás. Me carga la chingada.