lunes, 27 de diciembre de 2010

La Tribu

El Punk es el género musical por excelencia en el que uno se afirma através de la negación del alrededor. Donde se es, explícitamente, sin ser. There´s no future for you. El lugar aquel que es albergue de los desposeídos que cantando odas a la anarquía alcanzan a guardar un comportamiento cuasi elegante. 
Su viaje, pues, un manjar. Mi tribu urbana favorita, por mucho.

Casi cuando me jacto de haber sido espectador de todo tipo de catarsis colectiva, me gusta de vez en cuando abofetearme con una dosis ensordecedora de Punk y no dejo de delirar con las sensaciones, que aun ajenas, me hacen pensar que las fórmulas más efectivas a veces son las más simples.
Y es que a pesar del paso de los años y que ya me escasea el cabello, no deja de enchinárseme el cuero cuando me envuelvo en el trance de este ritual urbano en particular. Las mareas de estoperoles y los parches mal colocados. Las melenas alborotadas y la grenetina combinada con cebo para la hechura correcta de la mohicana. La mezclilla deslavada y los carteles humanos que no dejan de significarse a través del rechazo a un sistema que al final, igual, termina devorando esos ímpetus libertarios y anarquistas que tanto lo niegan y que terminan reforzándolo. Los rostros furiosos que se empujan unos a otros bajo el decibel brutal de los tarolazos. El género musical que sin difusión en la radio, la prensa y escasamente en Internet, sigue llenando plazas, estacionamientos y hoyos fonquis que dan verdaderas lecciones a la industria generando movimientos sorprendentes sin hacerle tanto a la mamada a ritmo de a miles de dólares el estribillo insulso y pegajoso.
Ahora que, a pesar que el Punk nació y creció desligado del Rock Urbano o del Metal, ha terminado tejiendo la misma red social en el México que no da pie a purismos baratos. La de los especimenes que encuentran su hermandad bajo la misma tela percudida, las botas obreras empolvadas tras caminar auténticos basureros para terminar compartiendo estopas con solventes y caguamas en bolsa, el churro de mariguana que en este ambiente puede ser un lujo auténtico y la tan socorrida sopa maruchan para recargar energías a la hora de los madrazos.
Creo no exagerar cuando sostengo que lo que se vive en un concierto de Punk es difícilmente alcanzable por el género musical que me digan, sea cual fuere el gusto de cada quién. Al menos no con la entrega que la banda punketa desgañita sus gargantas y corre en círculos madreando al de a lado aunque sea para después tenderle una mano y que pueda seguir su camino. Una ofrenda colectiva coronada con una fogata de estopas.
Quien haya tenido la fortuna de leer a José Agustín, Juan Villoro, Susana Reguillo o Michel Mafessoli, tiene razón, no quiero sonar a ninguno y sí, ¡estoy chavo!
Benny Rotten, fundador de Especimen

Francisco Amaya, papá del punk mexicano, fundador de Síndrome del Punk

Miguel Lagarto, vocalista de Garrobos


Los punks también aman


The only thing better than drinking for me is when im drinking with you ¡and we´re drinking for free!
"Drink Some More"
The Real McKenzies

Y mira qué chingón, y mira qué chingón, ¡chingue a su madre el puto del patrón!
Y mira qué chingón, y mira qué chingón, ¡chingue a su madre el puto del patrón!
"Obrero"
Criattura
No hacemos buen negocio, pero nos gusta el punk, buscamos a la banda que quiera bailar punk, no somos las estrellas de la escena del rock pero estamos convencidos que todos somos punks
"Todos Somos Punks"
Vómito Nuclear


Estamos en la calle, haciendo el cotorreo, la banda está tranquila todo está al pedo, estamos en la calle, haciendo el toquín, la banda está prendida haciendo eslam. En eso pinches cerdos, llega la redada, se arma un desmadre y apañan a la banda.
Pinches cerdos putos, pinches cerdos mierda, pinches cerdos putos que se vayan a la verga
"Pinches Cerdos"
Makina


No estoy muerto, simplemente estoy durmiendo. Simplemente he dejado de respirar, ya no voy a caminar, mis ojos ya no van a ver, mi pelo ya no va a crecer. Simplemente estoy un poco cansado...
"No Estoy Muerto"
El Haragán y Compañía

sábado, 25 de diciembre de 2010

lunes, 13 de diciembre de 2010

Karla Jazmín y Alejandro

TOLUCA.- El remordimiento por serle infiel a su esposa combinado con el consumo de mezcal y cocaína llevaron a Alejandro Sánchez Varela a dar un martillazo a Karla Jazmín Rueda Servín, poner las manos sobre su cuello y ahorcarla después de tener relaciones sexuales con ella.

Y la desesperación por deshacerse del cadáver, llevaron al hombre a quemar con gasolina y descuartizar con una segueta a la estudiante de la UAEM para después tirar sus restos en los límites de los municipios de Tenango y Malinalco.

“Estaba con ella (Karla Jazmin) y me acordé de mi bebé, me acordé de mi esposa y me sentí muy mal, me empecé a alocar, tomé el martillo y le pegué en la cabeza”, dijo el inculpado, cuya confesión fue grabada por las autoridades ministeriales y presentada por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM).

“Y sigo viva que es lo importante”, escribió paradójicamente Karla Jazmin en su cuenta de Twitter la noche del 16 de Noviembre, horas antes de ser asesinada.

Alfredo Castillo Cervantes, procurador del Edomex dijo que lo acontecido no es asunto de violencia de género.

“No es el tema de que ella sea mujer ,sino el remordimiento que él siente en ese momento por estar ahí cuando él tenía una esposa y tenía un hijo, si esto es una cuestión de género o no, aquí más bien estamos viendo la relación entre dos personas que se conocían”.

Sánchez Varela, de 26 años de edad y quien además de taxista era freelance del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, podría enfrentar una condena de más de 50 años de cárcel al tener todos los agravantes en su contra, agregó el funcionario.

He aquí la reproducción parcial de la nota que hice para Grupo Reforma sobre el caso que este lunes es el tema en boga, el que acapara portadas y es motivo de diversas opiniones de columnistas para mañana quedar empolvado.

Para evitar despistes, la cronología es la siguiente:

18 de Noviembre

A las 23:50 horas, Alejandro recoge a Karla Jazmín en las instalaciones del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, donde de acuerdo a la PGJEM es vista con vida por última vez.

19 de Noviembre

Al filo de las 9:00 horas, vecinos de Karla Jazmín aseguran verla salir de su casa rumbo a la escuela. Según las pruebas periciales y la confesión del inculpado, la joven muere horas antes, de madrugada.

20 de Noviembre

La familia de Karla Jazmín la reporta como desaparecida.

22 de Noviembre

Alejandro empeña pertenencias de Karla Jazmín para obtener dinero

23 de Noviembre

El inculpado adquiere una segueta y guantes con los que descuartiza el cuerpo.

25 de Noviembre

Alejandro adquiere bolsas y costales, donde deposita las partes del cuerpo de Karla Jazmín y los abandona en el paraje entre Tenango y Malinalco.

27 de Noviembre

Personal del Instituto de Servicios Periciales encuentra restos humanos en un paraje ubicado en el límite de los municipios.

6 de Diciembre

Las pruebas periciales determinan que los restos pertenecen a Karla Jazmín

9 de Diciembre

Con una orden de cateo, autoridades ministeriales detienen a Alejandro en un domicilio ubicado en la Unidad Habitacional Suteym, Almoloya de Juárez.

12 de Diciembre

Alejandro es presentado por la PGJEM como presunto responsable del delito de homicidio. El procurador explica que podría alcanzar más de 50 años de cárcel.

Vaya caso. Ahora que, con todo y lo explícito de la presentación de la autoridad y más allá de que no quede mayor cabo suelto, me quedan tantas reflexiones, tantas preguntas que pudieran o no ser periodísticas.

1.- ¿Qué sintió Alejandro, el joven sin historial criminal, un instante después que se le pasara el efecto del alcohol y la coca, luego de dar el primer martillazo no en la cabeza de Karla Jazmín, sino en su propio ataúd?

2.- ¿Qué hace uno custodiando un cadáver durante una semana?, ¿se puede dormir?

3.- Con todo y la mata alborotada, la barba crecida o la ropa humilde, no me pareció ver más que a un tipo, diría decente, cagado de miedo mientras era fotografiado y videograbado por un batallón de reporteros.

4.- Entre el pull de prensa hubo quienes lo reconocieron, especialmente los del Sistema de Radio y Televisión Mexiquense, ¿quién habría pensado entre sus ex compañeros que sería capaz de semejante crimen?

5.- ¿Ya le habrá caído el veinte de lo que le espera en la cárcel, no por el encierro, sino por la bienvenida que le tendrán preparada?

6.- ¿Qué sintieron sus padres al verlo en todos los noticieros y periódicos del Estado?, ¿qué le dirán al bebé de seis meses cuando pregunte por su papá?, ¿qué dice su esposa?, ¿tienen ellos algún elemento que aportar?

7.- La familia de Karla Jazmín ¿quedó conforme con los resultados?, ¿en verdad hubo justicia para la estudiante?

8.- Aunque se da por hecho que Alejandro es indudablemente el villano de esta historia ¿existirá algún elemento a su favor?, ¿o a poco toda su vida fue nada más un antecedente al 18 de noviembre?, ¿su presentación en la procuraduría es o no un montaje?

9.- ¿Que si me gustaría entrevistar a este personaje? ¡por supuesto!

jueves, 2 de diciembre de 2010

Una Carroña

Recuerda aquel objeto que vimos, alma mía,
un día estival y soleado:
al borde de un camino, una carroña infame
en lecho de piedras sembrado.

Con las piernas al aire, como una mujer lúbrica,
quemante y sudando veneno,
abría de manera abandonada y cínica
su vientre de emanaciones lleno.

El sol resplandecía sobre esa podredumbre
como para cocerla a punto,
y devolver al céntuplo a la naturaleza
cuanto ella había puesto junto.

Y el cielo contemplaba la osamenta magnífica
expandirse como una flor,
creíste desmayada caer sobre la hierba,
tan fuerte era el hedor.

Las moscas bordoneaban sobre aquel vientre pútrido,
del que salían batallones
de larvas negras, que corrían como líquido espeso
por esos vivientes jirones.

Las formas se borraban, no eran ya más que un sueño,
un esbozo confuso y lerdo
en la tela olvidado, al que el artista acaba
solamente por el recuerdo.

Y detrás de las rocas, una perra intranquila
nos miraba con ojo airado,
acechando el momento de recobrar en la osamenta
el apetecido bocado.

Y sin embargo, igual serás a esta basura,
a toda esta terrible infección,
estrella de mis ojos, sol de mi vida entera,
¡tú, mi ángel y mi pasión!

Sí, tal habrás de ser, oh reina de las gracias,
después de los últimos rezos,
cuando la hierba florida y lujuriante
te enmohezcas entre los huesos.

Una Carroña
Charles Baudelaire

miércoles, 1 de diciembre de 2010

El Misterioso Caso Del Señor Daditos

¿Dónde quedó Daditos?

Para tragedia la de la mascotita de mi sobrina, la niña Ventanitas. Un caso policiaco.

Ventanitas ha sido la mejor de su grupo de las últimos días en el segundo año del Instituto México y como recompensa fue la encargada de custodiar por tres días a Daditos, el hamster que su maestra regaló al grupo como parte de estas dinámicas de estimulación temprana. En mis tiempos nos daban un coscorrón y un sello de No Trabaja.

Bien pues, Ventanitas ha confesado que todos en su salón quieren mucho a Daditos, le dan de comer semillas y le platican sus tareas, que el niño mejor portado se lo puede quedar, que hasta quieren comprarle un amiguito. Mejor recompensa no tuvo mi sobrinita que cargar con él hasta su casa.

Pero el chingado animalito desapareció.

No me quiero imaginar los lagrimones que Ventanitas en cuanto se enterara que la mascota de su clase escapó de su jaula mientras ella se fue a la escuela. Peor, inconcebible pensar que al menos 30 escuincles la fueran a señalar como la culpable de la irreparable pérdida de Daditos.

Luego de peinar todo un primer piso buscando entre muebles y cajas, cuatro adultos no dimos con el mentado ratoncito de menos de diez centímetros, nada más para evitar el numerito del berrinche sieteañero.

Hubiéramos puesto al ex procurador Alberto Bazbaz Sacal a indagar la desaparición, pues de todas maneras, todo el tiempo que estuvo desaparecido, Daditos no salió de su habitación.

El cadáver de Daditos fue localizado bajo la rueda de su jaula, camuflado por su alfombra de aserrín. Igualito que la niña Paulette oiga.

Diez tiendas de mascotas después encontramos a un ejemplar lo bastante parecido: un roedor color miel con manchitas blancas al que a punta de tehuacanazos obligamos a responder al nombre de Daditos. Chale, yo propuse que ahora lo llamemos Ze Pequenho.

Lo único que ahora rezamos es que a nadie se le ocurra revisar el carnet de nacimiento del chingado hamster.

Descanse en paz en el cielo de las mascotas.