miércoles, 2 de noviembre de 2011

Día de Muertos

Creo que los 2 de Noviembre me ponen todavía más nostálgico que los 12 de agosto y los 20 de abril. La razón es tan sencilla como que, ni en agosto ni en abril, celebramos algo en casa, todo lo contrario, porque recordamos sus partidas.
De los familiares que mudaron de barrio, nadie llega a la relevancia de mi padre y su madre, pese a que hay varios más a los que he tenido el sinsabor de enterrar. De ese resto apenas tengo un puñito de buenos recuerdos.
Por eso este pequeño tributo es para ellos: mi papá y mi abuela. Nunca se me borrará que esta fecha era de sus favoritas.
Cómo olvidar que en días como este se me cocían las habas para que dieran las tres de la tarde y pudiera, junto a mis hermanos, empacharme de calaveritas, mole, fruta y pan de muerto, con todo y que mi jefe se enchilaba cuando nos robábamos la cabeza y huesos del pan glaseado.
Para el recuerdo que en días como este, las canciones de Cuco Sánchez y Pedro Infante se me incrustaron para que, años después, tengan este significado tan especial.
Y que en días como este, literalmente muero de ganas de volver a abrazarlos.
¡Buen viaje viejos!