jueves, 11 de noviembre de 2010

Doña Juana vs Stephen Hawking

Hay muchas personas que merecen mi respeto, sobretodo aquellas que están dispuestas a ganarse la vida a costillas de la hueva ajena. Doña Juana es pues, una de ellas.

Todos los jueves y de manera casi religiosa a cambio de 120 pesos, la mujer se mete a nuestra casa a hacer lo que dos huevones no se dignan. Desde hace dos años no se ha perdido un alfiler durante sus jornadas y literalmente deja todo rechinando de limpio. Una divina.

Igual, hay muchas personas que respeto y además admiro por sus mentes geniales. Se qué a la mayoría apenas conoceré de pellizco por sus publicaciones con todo y que muchos de sus razonamientos ni siquiera estén a mi alcance.

Y es que justo anoche terminé de leer un artículo en el que el científico Stephen Hawking concedió una entrevista al diario español El País sobre su nueva publicación El Gran Diseño, donde le para otra de sus acostumbradas madrinas a los dogmas religiosos a punta de japs y upper cuts científicos.

"Dado que existe una ley como la de la gravedad, el Universo pudo crearse a sí mismo -y de hecho lo hizo- de la nada. La creación espontánea es la razón de que exista algo, de que exista el Universo, de que nosotros existamos. Para eso no es necesario invocar a Dios".

Esta mañana, yo de salida, ella de entrada, Doña Juana me pidió de favor que leyera un volante titulado ¿Cómo Acercarse a Dios?. Cosiiii Cosiiiiita.

No la chingue Doña Juana no deje que estos hijos de la chingada la envenen.

Lo que le contesté en realidad es que lo leería con atención y si este fin de semana tengo tiempo suficiente voy a ir a la Asamblea de Testigos de Jehová a celebrarse en un auditorio del SNTE.

¿De veras iría a algo así? Al fin y al cabo entiendo más la realidad de la señora que deja mi casa habitable que la del ilustre científico que de vez en vez me hace delirar.

Pero me aferro a mi idea de vivir sin Dios.

¡Salve oh Doña Juana!

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