lunes, 23 de agosto de 2010

El Regreso A Clases


O de cómo mi legado se está consumando.
Mi carnalazo Polvorón regresó hoy a la escuela, a su primer día en la Secundaria. ¡Chale! la que le espera.
Las últimas semanas de infancia. Dentro de muy poco va a dejar de llorar con sentimiento, abandonará los juguetes para asirse a otros. Una cabroncita le va a romper su corazón o le van a llamar la atención cervezas y cigarros. O todas y más.
Aunque su propósito en la vida, de momento, sea convertirse en la futura estrella del futbol mundial o ser un terrorista, lo cierto es que mi compita va que vuela para dejar de aprender y comience a enseñar. Por eso este domingo casi chillo de la emoción cuando me encontré con su primer pincelazo de personalidad.


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